Consejos de Mantenimiento |
A lo largo de la historia, los grandes monumentos hechos para durar a través de los siglos se han hecho de mármol, ya que es una de las piedras naturales más duradera, noble y hermosa que existen, pero como casi todo, requiere unos cuidados determinados para conseguir mantenerlo en las mejores condiciones.
El mármol, es un material con una gran belleza natural y durabilidad (un suelo de mármol puede durar décadas con el cuidado apropiado). Es una piedra compuesto principalmente de carbonato cálcico. Esta característica hace en primer lugar que sea poroso, y que por tanto pueda absorber líquidos (hay que tener especial cuidado con líquidos ácidos, debido a la composición alcalina del mármol), y en segundo lugar que pueda deteriorarse por contacto con superficies más duras que el propio mármol. Es muy importante mantenerlo limpio, ya que ayudara a su conservación y durabilidad a lo largo de los años.
Limpieza del mármol
Para el mantenimiento regular de las superficies de mármol es suficiente con el barrido y el aspirado, junto con el mejor método y más usado para la limpieza diaria del mármol, es tan sencillo como el uso de una fregona o un trapo poco húmedos, enjuagando bien y secando bien. Si hacemos limpiezas semanales o más espaciadas, se puede usar este método o bien usar una mezcla de agua y jabón neutro. Es importante saber que el agua caliente tiene más poder limpiador que el agua fría.
No se puede usar cualquier producto de limpieza para el cuidado del mármol, ya que la mayoría son abrasivos y lo deterioran. Hay que usar siempre productos específicos para mármol, disponibles en cualquier comercio, o bien productos suaves con ph neutro, siempre diluidos adecuadamente en agua.
Si nuestro suelo de mármol es de color blanco o beige, hay otra opción de limpieza. Se puede añadir al agua (que no contendrá ningún otro producto de limpieza) un chorro de agua oxigenada, en una relación de 1 parte de agua oxigenada por 12 partes de agua. Este método no se usa en colores oscuros.
Un consejo muy importante es usar una fregona o mopa distinta para fregar el suelo mármol de la que se use para el resto de la casa. De esta forma se elimina el riesgo que accidentalmente o por olvido al fregar el suelo pueda estropearlo al quedar restos de lejía u otro producto abrasivo en la fregona.
El uso de útiles de limpieza (fregonas, mopas, bayetas) hechos con materiales suaves, como por ejemplo la microfibra o el algodón, ayudan a mantener el mármol brillante. El uso de útiles abrasivos (estropajos de aluminio) o punzantes (rasquetas, cuchillas), producirá ralladuras y perdida de brillo.
Derrames accidentales y manchas
Al ser un material poroso, el mármol absorbe las manchas con facilidad, por lo que siempre en caso de derrame accidental o mancha es conveniente actuar con prontitud. Con un paño húmedo retiraremos cuanto antes el líquido derramado sin frotar, solo retirarlo, ya que cuanto menos tiempo este en contacto con la piedra menor será la probabilidad de que realice algún tipo de daño.
El mármol es susceptible al daño por ácido o líquidos alcalinos. La mayoría de los alimentos y bebidas son ácidos por esto al derramarse pueden dejar marcas en el mármol. Si hay un derrame accidental sobre el mármol de alimentos tal y como café, zumo o vino lo mejor es actuar rápido.
Para evitar la absorción de líquidos y las manchas, se puede aplicar preventivamente una capa de cera. Esta capa ayuda a tapar los poros y la superficie se vuelve más lisa y fácil de limpiar. Antes de aplicar, la superficie tiene que estar perfectamente limpia, sino las manchas se incrustaran.
Puede ocurrir que por el uso continuado de ceras el mármol tome un color amarillento. En ese caso hay que retirar toda la cera usando productos específicos, disponibles en comercios especializados. Si el mármol es claro, una vez retirada la cera se puede usar un decolorante como ácido oxálico. El ácido oxálico se disuelve en agua en una proporción de tres partes de agua por una de ácido. Lo aplicamos y lo dejamos actuar 2 ó 3 minutos y se retira con agua para contrarrestar el efecto decolorante del ácido. Luego enjuagaremos bien y secaremos. Y se puede volver a aplicar una capa de cera.
El ácido oxálico se puede usar también en manchas oscuras y concretas. Empapando un algodón o una gasa en la mezcla y ponerlo sobre la mancha dejando que actúe, transcurrido un tiempo lo retiramos con agua y pasamos una lija muy fina. Este proceso se puede repetir sobre la mancha varias veces.
Para eliminar surcos y manchas oscuras, se puede hacer una prueba en una zona pequeña frotando suavemente con una bayeta humedecida en gasolina y unas gotas de agua oxigenada. Si la mancha fuera muy oscura, impregnar de gasolina una esponja y dejarla en contacto con la mancha 2 ó 3 minutos.
Luego retirar el líquido suavemente con una bayeta, aclarar con agua y secarlo bien. La mancha puede atenuarse, pero también se perderá el brillo en esa zona. Si la mancha es pequeña no se notará apenas. Pero si es mayor, una vez quitada o disimulada, se tendría que abrillantar de nuevo la zona.
Para resaltar las vetas y luces naturales de mármoles oscuros y eliminar manchas, en primer lugar lavaremos con cuidado la superficie con agua y detergente líquido. Luego frotaremos con un paño de algodón impregnado en un poco de gasolina. Finalmente aclararemos con agua y lo secaremos bien.
Cuando se utilice una mezcla de vinagre y limón o cualquier otro compuesto de mayor agresividad, para eliminar una mancha, hay que tener en cuenta que son corrosivos para la piedra, por lo que debe usarse con mucho cuidado. De lo contrario, podemos arruinar la piedra sin solución. Para que esto no ocurra, aplicaremos la mezcla sobre la mancha, frotamos suavemente durante unos minutos y enjuagamos con abundante agua y jabón. Si la mancha persiste, habrá que volver a realizar la operación, cuidando que al mezclar no actúe más de unos minutos sobre la piedra.
Como eliminar manchas del suelo de mármol
Manchas orgánicas (té, café, colores blanqueados de papel, textiles o refrescos)
Empapar con peróxido muy bien (sin chorrear) un paño, servilleta de papel de cocina o un trapo de algodón viejo y añadir unas gotas de amoniaco, ponga sobre la marca y deje durante la noche, si lo hace de día no deje que el paño seque, vuelva a humedecer con el preparado de amoniaco y peróxido (si no tiene peróxido a la mano puede utilizar una crema dental o dentífrico). Luego retire y limpie la superficie como de costumbre.
Si se trata de jugo de frutas ácidas, bebidas gaseosas u otros ácidos debe limpiar inmediatamente (atacan el brillo) con el paño húmedo de esa manera no quedará ninguna mancha, si la deja secar, pruebe con nuestros anteriores consejos.
Manchas de aceite (mantequilla, crema de manos o loción)
Se deben limpiar para empezar e inmediatamente, los sobrantes con una servilleta y añadir un poco de polvo de talco (harina o almidón de maíz también funciona). Al cabo de un par de minutos y con un cepillo, retire y repita el procedimiento para dejar reposar de un día para otro si es posible.
Para limpiar posteriormente, frote con una solución de agua caliente jabonosa (con detergente) y un cepillo de cerdas semiduras, también lo puede hacer con un paño humedecido de amoniaco; para terminar enjuague y seque. Si estas soluciones alcalinas no eliminan todo el aceite, puede intentar un disolvente.
Para la manchas circulares blancas como “nubosas” que quedan cuando se comete el error de poner las macetas directamente en el suelo, se puede ayudar con el procedimiento anterior y para limpiar utilizar un trapo o bayeta humedecida con acetona o acetato de amilo (disponible en farmacias); asegúrese de tener buena ventilación y no estar cerca de ninguna fuente de fuego.
Manchas de óxido
La más común es la marca que dejan los soportes de las macetas de nuestras plantas de interior de metal o una lámpara. Para eliminarla puede usar puntualmente agua y limón (el jugo). También se puede usar un poco de sal. Es muy importante que y no lo deje sobre la superficie, recuerde que el ácido puede atacar la capa superficial del mismo.
Abrasión o rayado
Según el tipo de uso que hagamos de un suelo de mármol, este irá perdiendo brillo en mayor o menor medida. Por lo que es recomendable el realizar un abrillantado o pulido de la superficie cada cierto número de años, esta aplicación tiene la ventaja de que, dejara la superficie de mármol otra vez con el efecto reflejo o espejo original. Podremos estrenar de nuevo nuestro suelo de mármol.
En caso de una mayor agresión a la piedra como consecuencia de un líquido abrasivo, un rayado o cualquier otro daño no fácilmente restituible, le recomendamos nuestro equipo de profesionales, que mediante otras técnicas, son capaces de solucionar estas situaciones más complicadas.